Izquierda Indefinida y Derecha Extravagante, dos caras del mismo tapiz
Editorial
La Razón Comunista cumplió, el pasado 7 de noviembre de 2021, dos años de vida. Dos años y diez números de una revista trimestral que ha tenido, por su contenido, trayectoria y nómina de autores, un considerable impacto más allá del mal llamado "movimiento comunista español". Partiendo de la teoría de la izquierda de Gustavo Bueno, el tal mentado "movimiento", por sus siglas MCE, no es más que los restos del naufragio de la quinta generación de la izquierda políticamente definida, la comunista marxista-leninista de inspieración bolchevique y obediencia soviética (todavía hoy, a treinta años de la caída de la URSS), cuyo momento ya pasó. Sobre estos restos del naufragio parece que nadie es capaz de construir algo nuevo. No decimos "reconstruir" o "reconstituir", pues ambas tareas nos parecen fútiles. O bien estos partidos se han convertido en sectas fanáticas de sí mismas, o en pura izquierda indefinida, que carece de proyecto respecto del Estado, y solo participa de proyectos parciales (LGTBIQA+, ecologismo-ambientalismo, feminismo, etc.). Ya sea en su forma extravagante, divagante o fundamentalista, la izquierda indefinida es el basurero al que acaban llegando los proyectos fracasados de las izquierdas definidas cuyo momento ya pasó, particularmente en España las izquierdas liberal, anarquista, socialdemócrata y comunista.
Pero en la derecha también encallan proyectos. Las derechas alineadas con el Antiguo Régimen (reaccionarios, derecha liberal y derecha socialista), ya han agotado sus proyectos políticos históricos, y hoy solo son mero folclore. Si acaso, de todas ellas, es la derecha liberal la que tiene más fuerza, pero cada vez más disuelta en formas extravagantes de derecha, como las influidas por la Escuela Austriaca (minarquistas, anarco-capitalistas, paleolibertarios, agoristas, etc.), dando lugar a una plaga de víboras (de sujetos que en redes sociales o en la calle llevan banderas yankis con una serpiente y una frase de la Revolución de Independencia de los Estados Unidos, "Don't Tread On Me", No me pisotees), la mayoría muy jóvenes, que convergen en algunas ideas con la izquierda indefinida (exaltación del Yo, relativismo moral, desprecio por la Historia nacional de España, "autodeterminación"), y que comparten con otras formas de derecha extravagante como el indigenismo-indianismo y el neofeudalismo separatista vasco, catalán, gallego, etc., el desprecio por el Estado, al cual consideran "ilegítimo" (pues parten del "derecho natural") y que no deben quitarle el poco dinero que ganan con trabajos basura o invirtiendo en Bitcoins. Esta derecha extravagante se ha convertido en el complemento fundamental de la izquierda indefinida actual, ambas producto de la fase de desarrollo en que se encuentra el modo de producción capitalista, de uberización del trabajo, financiarización de todos los sectores económicos, hidroponía social y fundamentalismo democrático.
Desde La Razón Comunista consideramos que la izquierda indefinida y la derecha extravagante son dos caras del mismo tapiz, ideologías propias de la disolución social de los sistemas políticos democráticos en los fangos que ellos mismos han generado, y los conjuntos de ideas propios de nuestro tiempo a escala histórica, contra los cuales hay que definirse de para a organizar movimientos políticos que puedan tener algo que decir en este siglo XXI.